Sergio
Sarmiento
13
Jun. 12
Periódico Reforma
Periódico Reforma
"Muchos
alabamos la honestidad, pero la dejamos morir de hambre".
Juvenal
Andrés
Manuel López Obrador ha hecho enormes esfuerzos por construir una imagen de
honorabilidad personal y ha hecho de la honestidad una de sus principales
banderas políticas. Sorprendió incluso que en el debate del 10 de junio haya
revivido la expresión "renovación moral" que impulsó Miguel de la
Madrid en su momento.
No
tengo razones para dudar de la honestidad personal de López Obrador. No se
advierte que haya acumulado una riqueza indebida en su trabajo como político.
Su decisión de viajar en aviones comerciales en esta campaña podrá no ser
significativa, dado el enorme desperdicio de recursos públicos en el proceso
electoral, pero refleja una loable posición personal ante los excesos de otros
candidatos que consideran normal viajar en avión privado pagado por los
contribuyentes.
Coincido
con la posición de López Obrador de que el próximo gobierno haga énfasis en la
lucha contra la corrupción y en la reducción de gastos innecesarios. Pero
también es importante hacer las cuentas bien... y las del candidato no cuadran.
Andrés
Manuel no ha dicho que sólo con la disminución de los salarios de los altos
funcionarios se lograría el ahorro de 300 mil millones de pesos que ha
planteado en el gasto público. Parte del ahorro provendría de la disminución de
gastos superfluos, como los seguros de gastos médicos privados de funcionarios.
Pero el logro de un recorte de esta magnitud con las pautas que él propone es
imposible.
Yo
no sé si fue legal que el presidente Calderón hiciera un comentario por twitter
durante el debate entre candidatos presidenciales; pero la información de que
si se eliminaran todos los cargos públicos, de directores hasta presidente, se
lograría solamente un ahorro de 2 mil millones de pesos es contundente.
López
Obrador no ha dado hasta este momento un detalle de cómo lograría los ahorros
que pretende. El gasto total del gobierno es de 3.7 billones de pesos, pero los
sueldos totales de los funcionarios de directores a presidente alcanzan apenas
los 2,400 millones de pesos al año. La remuneración anual de todos los
trabajadores del sector público es de 911 mil millones de pesos, una cifra
mucho más alta, pero López Obrador ha dicho que él no tocaría más que los
sueldos de los altos funcionarios.
Sin
duda hay ahorros que se pueden lograr en un presupuesto de 3.7 billones de
pesos. El propio gobierno federal afirma que ha logrado reducir el gasto
público en 43 mil millones de pesos entre 2010 y 2011, pero esto ha sido con
recortes de todo tipo y no sólo en suelos de altos funcionarios.
López
Obrador señala: "Yo tengo muy claras mis cuentas... Tengo
experiencia". Pero esta simple afirmación no es suficiente. El candidato
asevera que algunos funcionarios ganan hasta 600 mil pesos al mes. Si es
cierto, parecería injusto en un país tan pobre como el nuestro, pero esto no
significa que recortándoles el sueldo se lograría un ahorro siquiera cercano a
los 300 mil millones de pesos al año.
López
Obrador tiene razón cuando señala que se necesita una revisión detallada del
gasto gubernamental. Preocupan, por ejemplo, los crecientes gastos estatales y
municipales que no tienen los mismos controles que los federales. Pero es
importante ser realistas. Pretender que el gobierno puede ahorrar 300 mil
millones de pesos recortando sueldo, celulares o vuelos privados de altos
funcionarios es cerrar los ojos a la aritmética más elemental.
DISPUTA
DE EMISIONES
El
gobierno chino se niega a proporcionar información a las autoridades europeas
sobre emisiones de sus aeronaves para el cobro de un controvertido impuesto
europeo. Ha señalado además que tomará medidas, que podrían incluir la
confiscación de aeronaves europeas, si la Unión Europea busca aplicar el
gravamen. Para empezar, las aerolíneas chinas se han negado a concluir
contratos por 12 mil millones de dólares con Airbus para la compra de 45
aviones.
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