sábado, 19 de julio de 2014

Periódico Reforma / Cuestiona Córdoba denuncia de Bartlett

Cuestiona Córdoba denuncia de Bartlett
(24-marzo-2006)

REFORMA / Staff
José Córdoba, quien fuera jefe de la Oficina de la Presidencia en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, dijo que las denuncias del senador Manuel Bartlett, que lo vinculan con Kamel Nacif, no tienen veracidad.

Incluso, consideró que el legislador se da el derecho de "difamar con impunidad".

A continuación el texto íntegro del ex funcionario salinista.

Hago referencia al artículo publicado en REFORMA el día de ayer que contiene diversos señalamientos del senador Bartlett. El senador me había imputado hace unos días ser socio del señor Kamel Nacif, lo que es falso. Tomo nota que el Senador reconoce ahora que basó su imputación únicamente en algunos comentarios periodísticos. En una argumentación graciosa, sostiene que soy yo el responsable de esa situación por no haber desmentido con anterioridad dichas publicaciones. Es obvio que no tengo necesariamente que aclarar todas las falsedades que se publican (...lo que podría volverse una actividad de tiempo completo). Por lo contrario, es obligación elemental de cualquiera averiguar la veracidad de una información si sobre ella quiere fincar una denuncia. Lamento que el senador considere que tiene derecho a difamar con impunidad.

Si de desmentidos se trata, y ya que el Lic. Bartlett amalgama el asunto en su carta, aprovecho para desmentir cualquier relación con una empresa (aparentemente francesa y cuya existencia desconozco) que obtuvo una concesión para operar y mantener el sistema de alumbrado público de Puebla. Lo único cierto es que he trabajado, en un ámbito estrictamente profesional, como consultor de empresas (extranjeras como dice el senador, pero también nacionales) en el sector de la energía, como también en otros sectores. ¿Y qué? Respeto la convicción del senador de que no debe haber ninguna inversión privada en el sector energético. Para hacer realidad sus convicciones, tiene como legislador un medio más adecuado que embestir en falso: cambiar la ley.

Si el Lic. Bartlett hubiera querido verificar la veracidad de las notas periodísticas en las que basó sus imputaciones, tenía abierto un camino muy sencillo: preguntarme. Recuerdo que, antes, me hablaba con frecuencia para pedirme favores. Hubiera podido, ahora, hablarme para simplemente pedirme información. Recuerdo por lo menos dos ocasiones en las cuales el Lic. Bartlett vino a tratarme temas de su interés. En noviembre de 1988, el Presidente electo lo invitó a desempeñar el cargo de Procurador General de la República, lo que agradeció cumplidamente. En los días siguientes, me vino a decir que había cambiado de parecer y que prefería ser Secretario de Educación Pública, que temía por su vida en la PGR y que sería más ameno ser sucesor de Vasconcelos. Me pidió que tratara yo su asunto con el Lic. Salinas porque él se sentía incómodo, cosa que hice. Años después, a raíz de su despido de la SEP, el Presidente le ofreció su apoyo para ser candidato del PRI a gobernador de Tabasco, lo que agradeció muy cumplidamente. En los días siguientes, me vino a decir que había cambiado de parecer y que prefería ser gobernador de Puebla, que Tabasco era un infierno climático y político, y que el ambiente del altiplano era en todos sentidos más templado. Me pidió que tratara yo su asunto con el Presidente porque él se sentía nuevamente incómodo, cosa que también hice.

Con todo, entiendo las motivaciones de las actuales posturas del Senador Bartlett y sigo apreciando muchos de los rasgos de su carácter.

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Fecha de publicación: 24-marzo-2006

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