Margarita / Sergio Sarmiento

JAQUE MATE Periódico Reforma

28 Nov. 12


"Hagan lo que hagan, digan lo que digan, siempre serán criticadas y su trabajo poco valorado, y fácilmente olvidado".

Sara Sefchovich, "La suerte de la consorte"



Uno de los puntos brillantes del sexenio de Felipe Calderón ha sido Margarita Zavala. La esposa que rechazó la designación de "primera dama", pero que no rehuyó a las responsabilidades de presidenta del DIF, se convirtió en una consorte influyente pero discreta. Quizá lo más notable es que en las buenas y en las malas mantuvo una sonrisa en el rostro.

El mayor reto que enfrentó tuvo que ver con la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo, en la que 49 niños fallecieron por un incendio registrado el 5 de junio de 2009. Parecería extraño que la esposa del Presidente haya sido cuestionada por un accidente en Sonora. La razón fue que una de las accionistas de la guardería era Marcia Gómez del Campo Tonella, prima segunda de Margarita Zavala.

La relación de parentesco no era cercana. La madre de Margarita es prima del padre de Marcia. Margarita señaló en alguna ocasión no conocer a Marcia. Alguien sacó una foto que mostraba que las dos habían estado en una misma fiesta familiar. Margarita ha insistido que no había ni ha tenido contacto con su prima. La familia de Marcia confirma que, efectivamente, no ha habido más relación entre ellas que el contacto breve que puedan haber tenido en alguna fiesta familiar, que para los Gómez del Campo pueden ser multitudinarias. Tan solo Margarita tiene seis hermanos.

En el proceso por el incendio de la Guardería ABC a Marcia no le ayudó ser prima segunda de la esposa del Presidente. Esto la convirtió en objeto de una persecución. Lograr que se le castigara por homicidio era una forma de atacar políticamente a Margarita y al mismo presidente Calderón.

Marcia Gómez del Campo fue absuelta de la acusación penal. Los jueces y magistrados que estudiaron y fallaron sobre su caso determinaron que no era responsable ni de la operación ni de la seguridad de la guardería. Entre las pruebas que revisaron estaban los documentos que comprobaban que la guardería había cumplido con todos los requisitos de seguridad que las autoridades le habían exigido.

Margarita no litigó el tema ni en los medios ni en los tribunales. En una entrevista me dijo que lo que hizo fue trabajar con los padres y las familias afectadas, cuando menos "con todos los que quisieron".

La suerte de la consorte, ha dicho Sara Sefchovich, es siempre difícil. A la esposa del gobernante se le criticará por lo que diga o lo que calle, por su forma de vestir o de comportarse. Se espera que sea bondadosa pero no tonta, que influya sobre el Presidente sin ser dominante, que sea elegante pero no arrogante.

Margarita asumió este complejo papel durante seis años. Abandonó para ello una carrera política propia. Abogada por la Libre de Derecho, fue diputada local y federal. Desde 1991 sirvió como consejera nacional del PAN. En el sexenio se involucró calladamente en temas como el de los niños migrantes y la lucha contra las adicciones. Al mismo tiempo fue madre de tres hijos que en Los Pinos pasaron de niños a adolescentes sin acusar las huellas de algún desequilibrio por pertenecer a la familia presidencial. Margarita los siguió llevando a la escuela de siempre, el Colegio Asunción, y ella misma siguió dando clases en la institución dos días a la semana.

Margarita ha terminado el trance del sexenio. Deja con dignidad y respeto la responsabilidad nunca definida legalmente, pero siempre vigilada, de ser esposa del Presidente. Lo hace incluso sin perder esa sonrisa natural que la ha señalado desde el primer día.



ESTADO DE SITIO

El Estado Mayor Presidencial decidió ayer suavizar el cerco al Palacio Legislativo. Se han abierto parcialmente calles y tres de las cinco estaciones del Metro. No se sabe quién dio la orden de montar este pequeño Estado de excepción, el cual ha afectado la imagen del Presidente y del Presidente electo.


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