lunes, 13 de junio de 2011

Correo Ilustrado / Respuesta a Néstor de Buen

La Jornada
13 de junio de 2011

Me refiero al artículo de Néstor de Buen Los trabajos del secretario del Trabajo, cuyo contenido, falaz e inconsistente, exige estas precisiones:

El autor se sorprende con la actitud del secretario al evidenciar la negligencia de los legisladores; quienes, desde marzo de 2010, no han dictaminado las reformas propuestas por el PAN a la Ley Federal del Trabajo, mismas que posibilitan la clausura inmediata de un centro de trabajo en riesgo inminente, prevén el uso obligatorio de unidades de verificación en actividades de alto riesgo, tipifican como delito el trabajo infantil y actualizan el monto de las sanciones. De haberse aprobado esas reformas, la autoridad contaría con mejores herramientas legales para su labor inspectiva y propiciar un mayor cumplimiento de la normatividad.

Más bien sorprende que un especialista en derecho laboral no diga nada respecto de lo consignado en el artículo 123 constitucional (apartado A, fracciones 14 y 15), conforme al cual es el patrón el obligado a cumplir con la normatividad en seguridad e higiene y adoptar medidas para prevenir accidentes de trabajo, y son los empresarios los responsables de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales de los trabajadores. De Buen no solamente pasa por alto este importante precepto, sino que traslada esa responsabilidad a la función inspectiva. Así, el empleador no tendría ninguna responsabilidad y el daño por incumplir las normas de seguridad lo cubriríamos todos los mexicanos con cargo al erario.

Más sorpresivo resulta que un jurista emérito incurra en imprecisiones tan graves como asumir que la STPS está facultada para autorizar la recuperación de los cuerpos de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos o que las inspecciones del trabajo correspondan a una Dirección de Riesgos Profesionales o, inclusive, que la interpretación de las normas aplicables al otorgamiento de una toma de nota equivalga a violarlas por odios o simpatías a un sindicato. Estas aseveraciones no resisten un elemental análisis jurídico; por lo que, concediendo el beneficio de la duda al doctor De Buen y, por respeto a su trayectoria profesional y académica, supongo que tales afirmaciones obedecen a una desafortunada revisión de un mal borrador.

En medio de la confusión, es de destacar la honestidad intelectual de Néstor de Buen al reconocer la inteligencia del secretario Lozano Alarcón.

Álvaro Castro Estrada, Coordinador de Asesores del Secretario del Trabajo y Previsión Social

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